Regreso a la Gran Manzana

El día siguiente del Canada day, lunes 2 de julio, fue festivo, así que nos levantamos bastante tarde, me llevaron a la estación de autobuses y regresé a MontrealDe vuelta en "casa", me concentré en encontrar una wifi, porque en la residencia no tengo. Localicé el laboratorio, para poder ir al día siguiente, un supermercado y una tienda donde poder comprar un adaptador para el enchufe del ordenador. 

El centro de Montreal me recuerda un poco a como se ve la Gran Manzana en las películas, porque no me esperaba encontrar edificios de oficinas tan altos, con ventanas tintadas y ejecutivos trajeados por la calle. De hecho es, en realidad, una isla cinco veces más grande que Manhattan -su superficie es de 496 km cuadrados. 


Sin embargo, de repente te encuentras entre edificios más antiguos, como el mío, estrechos, de dos alturas, con las escaleras delante de la puerta y un aire un tanto british. Mi residencia, que está en la zona del campus de la Universidad McGill, me recuerda, también por dentro, a los edificios ingleses, por el crujido que hacen las tablas de madera del suelo cuando se pisan, las puertas anchas con pomos redondos,  el diseño de la barandilla de las escaleras, la forma en que se abren las ventanas…

En Montreal hay varios barrios: el Internacional, donde se encuentran los grandes edificios de oficinas; la zona vieja, al lado del puerto; la zona de la Universidad, donde está mi residencia; el Quartier Latin, donde se encuentra la Biblioteca Nacional... De momento, lo mejor es que me estudie un mapa y me oriente, porque hay tantas cosas que ver que no sé si un mes será suficiente!

En-el-mundo-hay-de-todo #4: aunque no tengo wifi en la residencia, sí que se encuentran wifis gratis en todos los centros comerciales y cafeterías, de forma que en todo el camino desde mi habitación a la estación de metro estoy conectada. Además, los autobuses tienen su propia red. 

En-el-mundo-hay-de-todo #5: aquí todos los precios son sin tasas. De esta forma, te encuentras en la carta de un restaurante con un sandwich club que cuesta 12,99 C$ y luego, cuando vas a pagar, cuesta casi 3 C$ más. Además, en los restaurantes funcionan como en América con las propinas: hay que dejar, aproximadamente, el 10%. Aún no tengo mucha experiencia en restaurantes locales, pero en el que fui ayer te recordaban sutilmente que dejaras propina rodeando una frase en el ticket que decía "propinas no incluidas". 

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