Excursión a Laxe

Hoy os acerco a un sitio cerca de casa: esta vez, nada de aviones, ni trenes, ni siquiera autobuses (porque no hay líneas directas, pero sí que hace falta el coche). Además, escribo en diferido: allá por febrero fui a Laxe de excursión con mis padres. 





Laxe es un núcleo pequeño, en el noroeste de Galicia que, junto con otros municipios adyacentes, forma parte de la famosa Costa da MorteLo primero que se ve al llegar es una magnífica vista de su playa. A continuación, casi sin tener tiempo de recuperar el aliento, te encuentras de frente al Océano Atlántico, sin costa de por medio entre tus pies y América. Es increíble. Tiene un faro chulísimo, desde donde parece que estás en el fin del mundo -esto es en parte cierto; aunque no es Finisterre, está muy cerca. 


Aquí os dejo unas imágenes para que juzguéis vosotros mismos si exagero: 



El centro de Laxe tampoco tiene desperdicio. Uno de sus edificios más emblemáticos es la Casa do Arco, construida en el s. XV por la Condesa de Altamira, D.ª Urraca de Moscoso, y su segundo marido, D. Pedro de Osorio. Tiene un arco ojival por el que se accede a lo que pudo ser el recinto interior de la Villa de Laxe, aunque hoy en día es una comunicación con la calle que lleva a la plaza donde se encuentra el Ayuntamiento. Perteneció a los Altamira hasta que, en el s. XIX, fue vendida conjuntamente con el castillo de Vimianzo a D. Ramón Martelo Nuñez, vendiéndola después el hijo de este, el poeta D. Evaristo Martelo Pauman del Nero (Marqués de Almeiras). Hoy alberga un domicilio particular, un hotel y varios locales de hostelería. 

Hasta el próximo post!

Maratón de papeleo

Aproximadamente una semana después de que la Oficina de Relaciones Exteriores publicara la lista definitiva de los que nos íbamos de erasmus me llegaron dos correos de Alemania. Uno de ellos, de la Universidad de Tübingen, me explicaba qué tenía que hacer a partir de ahora. El otro, de la Facultad de Medicina, se centraba en el Acuerdo Académico. Yo hice una maratón de solicitudes de forma que, en un fin de semana, dejé prácticamente todo listo -eso sí, a costa de una sobrecarga de información. 


Paso 1: Solicitud de admisión 
La solicitud de admisión es algo así como una pre-matrícula, un paso previo que era necesario hacer antes de realizar el Acuerdo Académico y el resto del papeleo. Se trata de cubrir un formulario online y, después, imprimirlo y llevárselo al Coordinador Internacional de la Oficina de Relaciones Exteriores para que lo firme. Por último, hay que mandar el original por correo postal a la Oficina Internacional de la Universidad de Tübingen, y este tiene que llegar antes del 31 de mayo. Como veis, da tiempo de sobra, pero uno no se puede dormir en los laureles. 

Paso 2: Residencia
La Studentenwerk es una oficina de la Universidad de Tübingen que gestiona las residencias. Para pedir una plaza, hay que rellenar un formulario online. 

En este caso, no es necesario imprimirlo y mandarlo en papel a la Studentenwerk. Sin embargo, al cubrir la solicitud de admisión (paso 1), llega un momento en el que te preguntan si quieres residencia. Si marcas que sí, tienes que adjuntar en la carta un formulario para las residencias muy parecido al que cubres online en la aplicación de la Stundentenwerk. En resumen, no tienes que enviar la solicitud de la residencia en papel a la Studentenwerk, sino a la Oficina Internacional de la Universidad de Tubingen, junto con la solicitud de admisión. 

Las residencias en Tübingen -y, por lo que estuve leyendo, en casi toda Europa- son bastante diferentes a las españolas. Cada residencia ofrece habitaciones con diferentes características: amuebladas, sin amueblar, con baño y ducha individual, con baño y ducha compartidos, etc. Todas tienen en común la cocina compartida. No hay ningún comedor en el que desayunas, comes y cenas, sino que tienes tu propia cocina y haces tu vida. Cuando lleve algunos días allí os comentaré cómo se organizan los estudiantes con las comidas. Además, hay algunas residencias que, en lugar de habitaciones, ofrecen apartamentos para familias, padres solteros, etc. Casi todas tienen lavandería. 

El precio varía en función de las características de la habitación y de cada residencia. Las amuebladas son un poco más caras, los apartamentos también son más caros, etc. pero, para que os hagáis una idea, las habitaciones individuales sin amueblar no superan los 300 €/mes. Hay que depoitar una fianza de 400 € y, además, si quieres sábanas -en lugar de llevar las tuyas propias- son aproximadamente 30 € a mayores. 

Hay algunas residencias que se encuentran en pleno casco antiguo de Tübingen; estas son las que recomienda la Studentenwerk para los erasmus, por su situación. Además, son las que más cerca están de la Universidad (a unos 15 minutos, aproximadamente, según Google maps). Sin embargo, las residencias más grandes y más nuevas se encuentran a 30 min. en diferentes direcciones. De nuevo, este es un detalle que ampliaré una vez que lo vea todo sobre el terreno. 

Paso 3: Curso de idiomas
Por último, me apunté a un curso de alemán antes de empezar las clases. En la Universidad de Tübingen hay varios cursos para de alemán para extranjeros: hay algunos durante el mes de agosto, otros en septiembre, antes del inicio de las clases, y otros durante el curso. En septiembre hay dos tipos de cursos, uno más light, con menos horas de clase, y otro intensivo

Yo me apunté al intensivo, llamado Deutsch-Kompakt. Se trata de 5 semanas con clases de alemán mañana y tarde. Incluye excursiones y una estancia de una semana en una residencia de la Universidad en Blaubeuren, en la región de Schwäbische. También te ayudan con todo el papeleo que tienes que hacer para vivir allí, como el permiso de residencia, seguro médico (si lo necesitas, pero vale la tarjeta sanitaria europea), cuenta bancaria, etc. y con la matrícula, la inscripción en cursos y seminarios en la Universidad... En la sección de cursos de alemán para extranjeros encontraréis información sobre este curso en concreto y otros más (curiosead por la galería de fotos del curso Deutshc-Kompakt; es divertidísimo). 

Hasta el próximo post!

Erasmus for dummies (parte 1)

Empezamos con papeleo: ya soy oficialmente una futura estudiante de Erasmus. A pesar de las parrafadas que escribo, yo soy más de ciencias que de letras, así que cuando salió la convocatoria y tuve que leerla entera casi me vuelvo loca -tanto, que hasta recurrí al tópico de buscar erasmus en Google, y a ver qué salía. Para todos aquellos que tengáis curiosidad, o que hayáis aterrizado aquí por medio de consultas desesperadas a Google, os voy a contar cómo ha sido el proceso desde "eh, quiero irme" a "eh, que me voy" en mi universidad, para que os hagáis una idea.


Businesswoman burning files at desk


Todo empieza cuando se publica la convocatoria, que en la Universidad de Santiago viene siendo, en estos últimos años, a finales de diciembre, una semana o dos antes de que empiecen las vacaciones de Navidad. Esta convocatoria contiene lo básico del programa erasmus. Lo primero que hay que hacer es cubrir la solicitud siguiendo las instrucciones. En la USC, tienes que rellenarla online y luego llevar el papel impreso que sale al final al Registro de la Universidad. 

Un punto importante dentro de la solicitud son los idiomas. El mínimo nivel exigido es B1 de inglés para todos los países, excepto Italia, Francia, Portugal y Alemania, en donde hay que saber, respectivamente, italiano, francés, portugués y alemán. Llegados a este punto, hay dos opciones: o presentas un certificado válido (la convocatoria incluye un anexo en el que se especifican qué títulos admiten para cada idioma), o bien te presentas a los exámenes organizados por la propia USC. En el primer caso, debes entregar una fotocopia de los certificados en el Registro, junto con el impreso de la solicitud online. 

Si tienes que ir a los exámenes, debes indicarlo en la solicitud en la casilla destinada a tal fin. He de decir que yo fui a todos los exámenes de las lenguas que conocía, y tentada estuve de ir también al resto, por si tenía suerte. Casi todos los que nos presentamos, si hemos estudiado el idioma en el instituto, aprobamos. Si no hubo suerte, o bien te han puesto una nota que crees que no se corresponde con lo que debería ser, hay un periodo de revisión de los exámenes.

 Después de estudiar que cada uno ha entregado los documentos pertinentes (fundamentalmente y hasta donde yo sé, la solicitud se ha entregado en papel y los idiomas están debidamente justificados), se emite una lista con los candidatos admitidos y excluidos. Después de un plazo determinado para reclamar si crees que ha habido algún error, se publican las listas definitivas.

Dichas listas se mandan a las facultades, en donde los destinos se reparten entre los estudiantes. Para mí, estos fueron los momentos más inciertos, porque cada facultad tiene su propia manera de trabajar, de forma que en ningún sitio estaba escrito cuándo sería el reparto, de qué manera se haría, etc. En mi caso, el coordinador elaboró un ranking de los estudiantes según el expediente académico y, el día de la reunión, nos fueron llamando individualmente y cada uno iba escogiendo el destino que quería, dentro de las posibilidades del idioma. Una vez realizada la reunión, se publica la lista de los destinos asignados a cada persona y, después de otro plazo más para reclamaciones, la facultad lo envía a la Oficina de Relaciones Exteriores.

Con todo esto hemos llegado ya a principios de abril y nuevamente se abre un plazo para cubrir un impreso mediante el cual rechazamos o aceptamos el Erasmus, y esto es lo que hice hoy. A partir de ahora, tengo que ponerme en contacto con el coordinador de mi facultad y esperar a que la Universidad Eberhard Karls Tübingen me contacte a mí. 

Hasta aquí la parte aburrida por hoy, pero aún no ha acabado. En sucesivas entradas (de ahí lo de "parte 1") os iré comentando mis aventuras en los tenebrosos mundos de la burocracia. 

Hasta el próximo post!

Excursión a Luchon

Hoy hemos hecho una escapada a Francia. Estuvimos a primera hora en las pistas, pero la visibilidad era muy mala porque había bastante niebla. Esta es la vista desde el telesilla Mirador, llegando a la cota 2.200, en donde se veía mucho mejor. Si os fijáis bien, debajo de la silla aprece un bultito sobre la montaña; esos son dos exploradores aventureros :)







Atención esquiadores: Andrea ha vuelto

Hoy hizo un día estupendo. Mucho sol, buena temperatura... Un día de primavera de libro. La nieve estaba bien a primera hora de la mañana (ya veis qué foto tan estupenda, parezco toda una profesional), aunque a partir de las 13:00 h empezó a llover. En ese momento aprovechamos para regresar, darnos una buena ducha y vegetar un poco. Luego, bajamos en busca de un restaurante para la cena





Me voy a la nieve!

Así, de un día para otro, me he venido a esquiar a Baqueira esta Semana Santa. Hoy salimos a media mañana de Santiago y llegamos a las 10 de la noche al hotel Val de Ruda, a pie de pista en Baqueira. Es un sitio chulo, decorado estilo rústico, muy familiar, con spa. Aquí os dejo una foto para daros un poco de envidia: